En un primer momento invito a colocar las manos alrededor del cuello, en la base del cráneo, y a mover la cabeza de atrás hacia adelante, como si estuviéramos diciendo que sí.
Trata de imaginar como tu cráneo se une a la columna vertebral y visualiza como los músculos actúan sobre tu cabeza al inclinarla de atrás hacia adelante. Es importante que la columna esté bien recta, para que el movimiento del cráneo sea limpio. En el taller del domingo partiremos de este movimiento para desarrollar nuestro trabajo.
De hecho, si bajamos la cabeza, de tal manera que la barbilla valla hacia el pecho, notaremos que la extensión de las vértebras cervicales aumenta. Y si seguimos un poco más lograremos redondear la espalda. Posterormente podemos hacer el movimiento contrario, empujando el pecho hacia adelante, para sentir con claridad la estructura de nuestra columna.
Son muchos los músculos y ligamentos que participan en los distintos movimientos del cráneo y la columna. Pero si tenemos una imagen clara de estos, nos será de gran utilidad cuando se pida que trabajemos con la espalda recta y la cabeza alineada: en el 'eje'.
La línea recta que nos atraviesa desde la coronilla hasta los pies y que cambia dependiendo de la curvatura de nuestra cabeza y espalda es lo que en danza llamamos el 'eje'.
Ser conscientes de nuestro eje es lo que nos pide este artículo: Prestar la máxima atención a como nuestra cabeza y nuestra columna están cuando nos sentamos ante el ordenador, cuando conducimos, cuando nos agachamos a coger algo o símplemente cuando caminamos.
La conciencia de la posición de nuestra columna y nuestra cabeza nos llevará a una mayor presencia en el movimiento. El domingo trabajaremos en esta dirección, por ello pido atención en nuestras posturas cotidianas. Pues de esta manera será más fácil, posteriormente, profundizar en el movimiento consciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario